El monumento del Jardín de la Memoria del municipio de Águilas, que recuerda a sus nueve vecinos deportados a campos de concentración nazis, fue objeto de un acto vandálico durante la noche de este domingo. El monolito amanecía con una pintada que textualmente decía: «Tiempo de rojos, hambre y piojos».
«Es el segundo ataque que sufren las víctimas aguileñas del Holocausto en tres meses», apunta Pedro Javier López, historiador y coordinador de la asociación cultural Amanecer 31. En noviembre fue arrancada la placa que homenajeaba a los aguileños deportados a Mauthausen-Gusen y Buchenwald, quedando pendiente la reinauguración del monumento. «Claramente, nos encontramos ante un delito de odio», opina López. «A tenor de los hechos, es innegable que tras estos lamentables ataques subyace un pensamiento extremista».
La asociación Amanecer 31 trabaja desde hace meses en la dignificación de la memoria de los nueve aguileños deportados a campos de concentración. Recientemente, anunciaron su adhesión a la «Red de Memoria y Prevención del Fascismo. Nunca Más», impulsada a nivel estatal por la Amical de Mathausen y Otros Campos con el objetivo de conservar el recuerdo de la deportación republicana y prevenir y sensibilizar contra el fascismo.
Tanto Amanecer 31 como la Amical de Mauthausen y Otros Campos han condenado públicamente estos hechos. «Frente a la violencia y la ignorancia, la única respuesta válida es apostar con más determinación por la educación y la cultura», concluyen.
