El monolito que recuerda a los nueve aguileños deportados a campos de exterminio nazis ha sido rehabilitado. La placa con el nombre de estos nueve luchadores antifascistas fue instalada nuevamente tras haber sido robada hace más de un año.
Este espacio memorialista fue objeto de dos ataques recientemente. En noviembre de 2019 la placa, ahora rehabilitada, fue arrancada, sin conocerse su paradero, y en febrero de 2020 el monolito fue mancillado con pintadas de contenido ultraderechista. Ha habido que esperar casi un año y medio para que el monumento volviera a lucir como de costumbre.
«Estamos ante un acto de justicia que esperábamos con paciencia desde hacía meses», afirma el historiador Pedro Javier López. «La extrema derecha le ha declarado la guerra a la Memoria Histórica. No quieren que se sepa qué ocurrió durante la guerra civil ni durante los cuarenta años de dictadura. Tampoco quieren que se honre la memoria de aquellos a los que silenciaron, encarcelaron, exiliaron o asesinaron. Pretenden imponer una ley del silencio y, con ello, una desmemoria colectiva. Pero para su desgracia, el dictador hace ya mucho que murió y España ya no es aquel país con miedo a expresar lo que piensa y lo que siente.»
«Hemos esperado demasiado para que se hiciera justicia con la memoria de las víctimas aguileñas del nazismo». Desde el ataque sufrido en 2019, Amanecer 31, en coordinación con la Amical de Mauthausen y Otros Campos, la entidad fundada por los supervivientes españoles del Holocausto, ha tratado de organizar un acto de desagravio, impulsando la reinauguración del espacio memorialista del Jardín de la Memoria. Las condiciones sanitarias han atrasado esta iniciativa, que desde este movimiento cultural esperan poder llevar a cabo en los próximos meses.
- Imágenes del monolito del Jardín de la Memoria rehabilitado.