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Dos nuevas víctimas se suman al catálogo de fosas de la guerra civil y la represión franquista

Una nueva actualización del catálogo de fosas de la guerra civil y la represión franquista en Águilas revela la identificación de dos nuevas fosas en el cementerio municipal. Con ellas son ya 22 las fosas localizadas con un total de 51 víctimas inhumadas en ellas.


Se trata de dos fosas en tierra individuales que albergan cada una de ellas el cuerpo de una persona. La primera contiene los restos de un militante socialista que falleció mientras se desarrollaba un proceso judicial en su contra. Fue encausado por el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo por su condición de masón entre 1920 y 1934, es decir, con anterioridad al estallido de la guerra civil. Gravemente enfermo al término de la contienda, quedó imposibilitado en la cama de su domicilio, de la que no podía desplazarse al padecer una parálisis general. Privado de su salario como oficinista en la compañía de ferrocarril, su familia quedó en la ruina. Murió con 55 años sin que se dictara la sentencia de su procesamiento.


El segundo de los individuos era un jornalero residente en la diputación de Tébar. Colaboró con el ejército republicano en la defensa de Águilas, a través de la excavación de trincheras en la Sierra de Almenara. Por este hecho, al terminar la guerra recibió varias palizas por parte de falangistas y le fue prohibido trabajar en las fincas del municipio. Su familia, compuesta por su mujer y sus cuatro hijos pequeños, se vio sumida en la mayor de las miserias. Murió en 1941 por una enfermedad derivada del hambre.


«Se trata de dos muertes indirectamente ocasionadas por la represión franquista», apunta el historiador Pedro Javier López. «Ninguno de ellos falleció como consecuencia de un fusilamiento o mientras se encontraba en prisión. Sin embargo, su condición de represaliados fue determinante en la causa de su muerte». López, quien coordina el proyecto de localización e identificación de fosas en Águilas, apunta que «si no hubieran sido privados de su salario y su trabajo, si hubieran podido acceder a atención sanitaria, probablemente sus enfermedades no se habrían agravado con tanta rapidez, pudiendo haberse evitado sus prematuras muertes». Al drama de su pérdida, a sus familias se suma el del silencio. «Los familiares de ambas personas no han conocido hasta el desarrollo de esta investigación el lugar donde fueron enterrados. Han tenido que esperar más de 80 años».


El próximo 31 de octubre se inaugurará una placa en el cementerio municipal de Águilas en recuerdo de todos los aguileños víctimas de la guerra civil y la dictadura enterrados en fosas, hoy irrecuperables, en dicho emplazamiento. El acto tendrá lugar a las 17:00 horas.


Imagen de archivo del cementerio municipal de Águilas.

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