Una familia como cualquier otra, que de repente es atravesada por la peor de las violencias; el secuestro, la desaparición; luego el exilio, el desarraigo. También la vuelta a la búsqueda de las raíces. De eso va «La carta de un ausente», el cuento ilustrado hecho por el escritor uruguayo Nicolás Mederos y el dibujante argentino Federico Gallardo, en ocasión del 20 de Mayo. En esta fecha en Uruguay se conmemora lo ocurrido durante la última dictadura cívico militar, que tuvo lugar hasta 1985. Este día, hace ya 25 años en el país vecino se realiza la Marcha del Silencio, por memoria, verdad y justica. Por segunda vez, las actividades serán virtuales, y en ese marco surgió la idea de Mederos y Gallardo de adherir a la iniciativa de la organización Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, reflexionando a través de la literatura.
«Lo que me gusta del cuento es que conmueve desde distintos lugares», comenta Gallardo, dibujante y pintor. Con pluma montevideana y pincel pilarense, «La Carta de Ausente» narra, desde la visión de una niña, la vivencia de una familia, que ficción mediante, es la historia real de tantas familias a ambos lados del Río de la Plata décadas atrás, pero aún hoy con profundas cicatrices. En ese sentido, Mederos, escritor y profesor de filosofía, destaca que «si bien el cuento tiene una lectura hacia atrás, hay también un salto hasta nuestros días». En efecto, el relato transcurre en distintos años, que acompañan la historia no sólo de la protagonista sino de la región. «Hay un guiño final al presente que busca habilitar ciertos debates y discusiones», afirma el autor. Dos de sus personajes en el cuento, dicho sea de paso, son un homenaje a los poetas uruguayos Mario Benedetti e Idea Vilariño.
Las imágenes tienen también un rol preponderante en la construcción de sentido del relato. Ilustran la narración, pero sobre todo grafican escenas de un momento histórico: el terrorismo de Estado, el exilio, la ausencia. «Fue un desafío juntar el sentimiento de la bronca por la violencia que se vivió y de la ternura que transmite el cuento», manifestó el artista argentino. Frente al «discurso que hay hoy en día de decir 'ya pasó, ya fue», Gallardo ponderó la posibilidad de «cruzar el charco virtualmente, contar cómo fue allá y decir, 'acá fue igual'. El relato se ubica en Uruguay pero es algo que pasó en toda la región».
En ese sentido, la joven dupla de artistas ya viene trabajando en el último tiempo temas que hacen a la memoria: para el 24 de marzo hicieron también una obra conjunta. Y además preparan un proyecto con eje en lo distópico, siempre complementando la prosa con la imagen digital. «La reivindicación desde el arte es clave por la sensibilidad. No podemos pensarnos sin otros. Y para pasar de página en la historia, primero es necesario leerla, porque quien no conoce su historia está condenado a repetirla», argumenta Mederos. Y añade: «me parece clave de cara a los más jóvenes que haya trabajos artísticos que sensibilicen en causas que si bien parecen de otra época, son tan presentes como en el momento en que sucedieron».
Uruguay vuelve hoy a preguntarse «¿dónde están?», en contra del olvido y la impunidad. Un 20 de Mayo, pero de 1976, aparecieron en Buenos Aires los cuerpos de cuatro uruguayos exiliados en Argentina. Otro 20 de Mayo, en 1996, se hizo en Montevideo la primera Marcha del Silencio. Aún hoy, a ambas orillas del Río de la Plata se sigue reclamando memoria, verdad y justicia. Y se tienden puentes para gritar bien fuerte nunca más.
Se puede leer «La Carta de un Ausente» a través del siguiente enlace: https://drive.google.com/file/d/1plJAQaOq1opi5Z3Oh_-lRnuGNtLuGUSK/view
*Información extraída del medio de comunicación argentino Periódico del Pilar.