La asociación Alumbra Alumbre de Mazarrón celebró los pasados 28 y 29 de julio la séptima edición de sus jornadas anuales de Memoria Democrática. Centradas en la recuperación de los vestigios de la guerra civil existentes en la comarca del Guadalentín, incluyó la presentación de comunicaciones sobre diversos temas relacionados con la guerra civil española.
Entre los ponentes estuvo el coordinador de Amanecer 31, Pedro Javier López, quien presentó una comunicación titulada “Ginés Salas Serrano. De cartero a víctima de la represión franquista”. En ella, el historiador ofreció una biografía sobre este aguileño que pasó por las cárceles de la dictadura entre 1940 y 1943, y de forma circunstancial también en los años siguientes.
“Su testimonio vital, lejos de resultar insignificante, enriquece la historiografía sobre la primera mitad del siglo XX español, aportando la experiencia de una persona aparentemente anodina, que se vio sorprendida y sobrepasada por la cadena de acontecimientos que definieron la vida en España durante los convulsos años treinta”, anunciaba Pedro Javier López en la presentación de su trabajo de investigación.
Ginés Salas Serrano, más conocido como Neso, fue un trabajador de Correos que prestó sus servicios en Águilas desde 1919 hasta su jubilación en 1960. Su desempeño como cartero le valió el reconocimiento, respeto y cariño de sus vecinos, quienes en gran número le describieron como “un hombre bueno”. Bajo la apariencia de un simple oficial de Correos se escondía, sin embargo, una vibrante personalidad marcada por sus inquietudes intelectuales, políticas, espirituales y teosóficas.
Su larga carrera en Correos se vio interrumpida en la década de 1940 por la represión de la que fue objeto por parte de las autoridades franquistas. La razón de su hostigamiento fue su adhesión a la Segunda República, como miembro del Partido Radical, y a la masonería, como fundador y guardatemplo de la logia aguileña Venus Número 40.
“La dictadura fue implacable con personas como Neso, acostumbradas a vivir en los márgenes de lo mundano y fue condenado a 12 años de prisión en un juicio sin garantías para el cual la propia legislación franquista le eximía”, declaró durante su intervención el historiador López.
En la asociación Amanecer 31 trabajan para poner en valor y recuperar del olvido la memoria de cientos de aguileños que fueron represaliados por la dictadura. Este verano, apuntan desde la organización, organizarán un homenaje a uno de ellos, quien fuera concejal entre 1931 y 1937, Miguel Calvo Alcázar, condenado a treinta años de prisión por su actuación política y militancia en la UGT y el Partido Socialista.
